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Beneficios y propiedades del té e infusiones

El agua del té.

Si el té no es bueno no hay remedio que valga, incluido un agua de calidad, para mejorarlo. Sin embargo, es cierto que este líquido, ingrediente clave en la preparación de cualquier infusión, puede contribuir en la compleja sincronización de polifenoles y taninas que construyen la textura, astringencia, cuerpo y sabor del té. Por algo se dice que el agua es la “madre del té”.

De ahí la necesidad de prestar atención a la calidad que demuestra a través de sus características químicas, físicas, biológicas y radiológicas. Algo que puede determinarse por medio de análisis de laboratorio que estudian el pH, los sólidos totales, la conductividad y contaminación microbiana que contiene. En la vida práctica, simplemente hay que fijarse en la claridad ya que la turbidez, que no siempre indica peligro para la salud, si puede señalar la presencia de agentes patógenos o productos químicos no seguros. Y debe ser incolora, inodora e insípida.

No todas las aguas, por potables que sean, son inocuas. De hecho, el uso de purificadores permite eliminar otras sustancias que pueden encontrarse como arsénico, plomo, nitratos, flúor o exceso de sales.  Además resulta una alternativa mucho más sostenible y respetuosa con el medioambiente que comprar agua embotellada dado el consumo de plástico que esto implica.

Lo más recomendable es tratar de utilizar siempre agua neutral en términos de acidez y niveles alcalinos. En este sentido el agua del grifo no siempre es la más apropiada ya que podría contener olores o minerales que alteren el delicado sabor de las hojas de té. Por este motivo, lo mejor sería recurrir a los filtros que permiten erradicar cualquier impureza mediante una fina barrera física, proceso químico o biológico.

Por otro lado, también es importante controlar la temperatura y el tiempo que se infusiona el té ya que esto puede determinar el flujo y el equilibrio de todos sus componentes. Como regla general se puede afirmar que a más tiempo de infusionado, mayor amargor que no es lo mismo que intensidad de sabor. Por eso y para evitar desagradables alteraciones, se podría usar como referencia la de hervir el agua y dejarla en reposo con la tapa abierta 5 minutos para los tés verdes, amarillos y blancos, 3 minutos para el Oolong y 2 para el Pu Erh y los tés más oscuros. En cuanto a la media de tiempo de infusionado, en líneas generales, es  de 3 a 5 minutos con los tés negros y un minuto y medio en los verdes.

Y, en la medida que se pueda, conviene evitar el uso del microondas ya que, al no hervir el agua,  solo puede lograr que el té sufra una pérdida de oxígeno, que causa la insipidez de la infusión, y una acentuación de las impurezas del agua y del material de la taza. La opción más aconsejable es utilizar la tetera o la cocción tradicional que eleva la temperatura de toda el agua y de manera uniforme sin perjudicar el aroma o propiedades del té.

Ahora solo queda decidir qué variedad te apetece disfrutar. Consulta toda nuestra selección de tés y a ver si eres capaz de elegir un solo sabor…

Somos Tea Mundi, apasionados del té en todas sus variedades y especies desde hace más de 30 años. Nuestro viaje nació de la curiosidad pero terminó por enamorarse de este universo, tan rico como inexplorado. Así, toda nuestra oferta responde a un exigente, continuo e interminable proceso de aprendizaje con el objetivo de acercar, expandir y profundizar el consumo consciente de un producto natural, saludable y de calidad. Y crear un mundo de té para todos.