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Helado de té negro.

Fue un invento chino que surgió hace 4.000 años y cuyos principales ingredientes eran arroz, especias, hielo compactado, leche y crema suave. Su consumo estaba reservado para las clases más privilegiadas, cosa que poco tiene que ver con la realidad actual. Hay quien dice que los Califas de Bagdad se dedicaban a mezclar nieve con zumos de frutas y no fue hasta el siglo XII cuando Marco Polo lo introdujo en Europa…Hablamos del helado, un bocado fresco y muy estival que puedes preparar en casa fácilmente. 

El té negro, por su parte, también parece ser de origen oriental. De hecho, según cuenta la leyenda nació por casualidad. Sucedió cuando un barco chino, que transportaba té verde hacia occidente, descubrió que toda su carga había sufrido un inesperado proceso de fermentación durante el viaje. Realizaron vanos intentos por salvarlo pero se dieron cuenta de que no había nada que hacer sino apreciar el nuevo té que habían creado.

Ambas creaciones pueden unirse en una sola receta y hacer de este verano la ocasión perfecta para disfrutar de un postre delicioso y de lo más sano. La combinación perfecta entre la texturadel helado y las propiedades especialmente beneficiosas del té negro. Una infusión conocida por su efecto estimulante y antioxidante así como por su capacidad para proteger la microbiota intestinal y al organismo de afecciones como la osteoporosis o el sobrepeso. Es el helado de té negro, la alternativa que superará cualquier expectativa y hará las delicias de los paladares más golosos y exigentes.

Ingredientes:
400 ml de leche, 4 cucharadas de té negro, 3 yemas de huevo, 4 cucharadas de miel, 150 ml de nata para montar.

Preparación:
Se hierve la leche en una cazuela junto al té negro elegido y se deja en reposo durante 5 minutos.
En un cuenco, se baten las yemas con la miel y se añade la mitad de la leche. Se cocina la mezcla al baño maría removiendo hasta lograr una textura espesa. Después se va añadiendo, poco a poco, el resto de la leche sin dejar de remover.
Se vierte el resultado en un molde grande y se deja en el congelador. A las dos horas se retira para remover la crema que ha resultado y se vuelve a introducir en la cámara.  A partir de ese momento, se repite el proceso 3 veces cada hora durante, al menos, 3 horas más.
Finalmente, se puede proceder a servir el helado acompañado con fresas en rodaja u otras frutas al gusto.

El procedimiento, como se observa es sencillo aunque algo minucioso para obtener una masa cremosa y uniforme. No obstante, vale la pena el pequeño esfuerzo si se desea disfrutar de un postre tan apetecible como saludable. ¿No sabes qué variedad de té negro añadir a la receta? Siempre puedes ir probando cualquiera de las opciones de nuestra selección

¡Y ya tienes helado para todo el año!

Somos Tea Mundi, apasionados del té en todas sus variedades y especies desde hace más de 30 años.
Nuestro viaje nació de la curiosidad pero terminó por enamorarse de este universo, tan rico como inexplorado. Así, toda nuestra oferta responde a un exigente, continuo e interminable proceso de aprendizaje con el objetivo de acercar, expandir y profundizar el consumo consciente de un producto natural, saludable y de calidad. Y crear un mundo de té para todos.

Nota: La imagen no pretende reflejar el resultado de la receta.

Fuente: semperta