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Galletas de Rooibos.

Los africanos lo conocen por “arbusto rojo” y lo utilizan desde el siglo XVII como remedio para tratar los cólicos, en particular para los niños, y para proteger el estómago y los intestinos. Una infusión, Rooibos, a la que se le atribuyen múltiples propiedades beneficiosas ya sea para regular el peso, proteger el sistema inmunitario y nervioso, prevenir la anemia mejorando el nivel de hierro en sangre o  incluso para reducir el envejecimiento celular. Una fuente poderosa de salud que también posee un sabor muy peculiar.

Se trata de una infusión que va ganando adeptos en la sociedad occidental no sólo por sus innegables efectos curativos y alto contenido en vitaminas, minerales y antioxidantes sino porque carece de teína y resulta culinariamente muy versátil. De hecho, se utiliza a menudo para condimentar carnes o para potenciar el sabor de salsas y mermeladas. En definitiva, se trata de un recurso gastronómico a base de hierbas de lo más completo.

En esta ocasión se ha convertido en el protagonista de una receta fácil y sabrosa que hará las delicias de cualquier comensal con un paladar simpatizante de los postres. Son las galletas de Rooibos y uvas pasas que combina el agradable aroma de esta infusión con la crujiente textura de unas pastas y el delicado pero intenso sabor de la fruta seca. Te lo contamos paso a paso…

Ingredientes:
1 taza de agua, 1 cucharada de té rooibos, 2 cucharadas de levadura seca, 2 cucharadas de miel, 2 cucharadas de mantequilla, 1 cucharadita de sal, 2 tazas de harina, ½ taza de pasas de uva.

Preparación:
Se precalienta el horno a 200º.
Se prepara un té rooibos cargado y, una vez que ha reposado 5 minutos, se le agrega la levadura, la miel y la mantequilla derretida. Hay que mezclar bien y esperar unos 10 minutos hasta que la levadura esté espumosa.
En otro recipiente se coloca una pizca de rooibos, la sal, las 2 tazas de harina y las pasas y, por último, se vierten la mezcla de levadura espumosa y la harina restante. Se revuelve suavemente hasta que la masa deje de adherirse a las paredes del recipiente.
Se coloca la masa sobre una superficie enharinada y se amasa hasta que quede maleable. Una vez que ha duplicado su tamaño (en reposo), se pinta con un poco de aceite.
Nuevamente se coloca la masa sobre una superficie enharinada y se forman cilindros con ella de unos 2 centímetros de espesor.
Finalmente se hornean las galletas a 300 grados centígrados durante 25 minutos para que alcancen un aspecto dorado.

Listas para disfrutar solas o acompañadas, por qué no, de un buen té. Descubre nuestra selección y a ver si eres capaz de decidirte…

Somos Tea Mundi, apasionados del té en todas sus variedades y especies desde hace más de 30 años. Nuestro viaje nació de la curiosidad pero terminó por enamorarse de este universo, tan rico como inexplorado. Así, toda nuestra oferta responde a un exigente, continuo e interminable proceso de aprendizaje con el objetivo de acercar, expandir y profundizar el consumo consciente de un producto natural, saludable y de calidad. Y crear un mundo de té para todos.

Nota: la imagen no  pretende reflejar el aspecto final de la receta.

Fuente: innatia